

Carrasca Milenaria de Lecina
Árbol Europeo del año 2021
La Carrasca de Lecina (Quercus ilex subsp. ballota) es una espectacular encina que sorprende por su belleza, dimensiones y antigüedad. Su su excelente estado de conservación, gracias a los cuidados de la Familia Carruesco, propietaria de la finca, hacen que se la conozca también como «La Castañera de Carruesco».
Esto le ha valido los títulos de Árbol del Año en España 2021 y Árbol Europeo del Año 2022.
Sin duda, lo que más llama la atención es su talla. En altura rebasa los 16m y el perímetro de su tronco supera los 17m. Este portentoso árbol sustenta una copa de 28m de diámetro que ofrece una sombra de más de 60m2, bajo la que se han celebrado desde bodas o juicios, hasta tratos comerciales o festivas reuniones vecinales.










La carrasca de Lecina tiene más 1.000 años de vida
Se dice que podría superar los mil años. Pero de lo que no cabe duda es que la Carrasca de Lecina es la vecina más antigua del lugar. Tanto, que podría contarnos mil historias, entre las que cabe su propia leyenda; una fábula realmente mágica rodeada de misterio, brujería y, como no podría ser de otro modo, bella reflexión moral al final. Aquí se tiene a la Carrasca de Lecina por un elemento tan importante e identificativo que hasta el propio pueblo le debe su nombre.
Además, encarna de forma monumental una de las especies más identificativas de los bosques autóctonos de la zona y es un elemento imprescindible de la representatividad iconográfica de Aragón.

La carrasca Lecina también es conocida locamente como La Castañera de Carruesco, por el dulzor de sus frutos. Antiguamente era capaz de producir casi 600 kilos de bellotas al año.

La Carrasca de Lecina, Árbol Europeo del Año 2021

El 17 de marzo de 2021, la carrasca milenaria de Lecina ganó el concurso de Árbol Europeo del Año con la mayor cifra de votos en sus 11 ediciones. Tras haber sido nombrada Árbol Singular de Aragón y Árbol del Año en España, la carrasca de Lecina luce orgullosa este reconocimiento.
Las autoridades locales y vecinos de la región se volcaron para que la candidatura de la encina atravesara las fronteras de Aragón, con una extensa campaña de proyección en medios y redes sociales, que fue todo un éxito.
